En cuanto a la eficacia en la ejecución de programas por el procesador, ésta se observa con base a un indicador, nombrado tasa de aciertos, refiere el porcentaje de las veces que el procesador encontró una instrucción a ejecutar en la memoria más rápida. Los sistemas de cómputo utilizan una estrategia de organización de sus memorias disponibles, en este sentido, las memorias en la parte superior de la jerarquía son de mayor velocidad pero mejor capacidad.
Con el fin de no tener que estar accediendo de forma constante a las memorias de menor velocidad, el sistema operativo intenta mantener las instrucciones que se están utilizando con frecuencia, en la memoria más rápida, de esta manera logra utilizarlas en cuanto las necesita, todo esto mediante el algoritmo planificador. Las instrucciones que más se llegan a repetir son básicas, como bucles o condiciones que se le añaden a todos los programas para su funcionamiento.
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